Lo primero es lo primero, y lo primero siempre son las presentaciones. Medea y Minerva son dos gatas que viven conmigo desde hace ya más de dos años. Este foro nace con la intención de compartir con personas a quienes les guste los animales, especialmente los gatos, las dichas y desdichas de estas dos criaturitas.
Medea fue la primera que llegó a casa, ¿que cómo fue?, pues salía de jugar al padel y en un complejo deportivo apareció como de la nada y se puso a seguirme hasta mi coche. Con más pena que otra cosa me fui y la dejé allí. Al día siguiente no podía dejar de pensar en la pobre gatita y animado por mi mami nos fuimos a por ella (eso sí la gata se quedaba en mi casa y que no se me ocurriera dejársela a mis padres). Lo más gracioso de todo fue que la gata sólo tenía dos mesecitos y a mí me daban miedo los gatos, jajaja, en el veterinario se rieron un poco de mí. En la foto está Medea cuando la recogí, tenía tiña y todo, ay omá!!. Y mirad que bonita que está ahora
Ahora le toca el turno a Minerva que llegó a casa un mes después que Medea. Y es que me daba pena dejar a Medea tan chiquitita solita en casa cuando yo me iba a trabajar. Es hija de una persa cruzada con un gatito común. Como no era de raza pura la dueña no podía venderla así que los regalaba, yo me quedé con ella y sus hermanos fueron a una tienda de animales donde cogieron un virus, se murieron todos, qué pena. Minerva es lo opuesto de Medea. Medea es tímida, Minerva hace con todos; Medea se asusta con cualquier cosa, Minerva en lugar de asustarse va allí donde hay jaleo; Medea es dócil y noble, Minerva gamberrilla y quejica; Medea es elegante y muy felina, Minerva es como un perrito en todo... En fin no se puede ser más diferentes.
Esta es Minerva cuando la trajeron a casa...
Y así es como está ahora...
Pues bueno, ya están las presentaciones más o menos realizadas. En la siguiente entrada os contaré más cositas de su pasado y de cómo me ha afectado a mí toda esta historia.
